
En esas hojas está plasmado un momento, un sentimiento, un pedacito de vida... o como quieran llamarle.
El trabajo del intérprete comienza cuando descifra el código musical, continúa cuando lee entre líneas y llega a comprender el momento sublime del compositor y finaliza cuando es plenamente capaz de entregarselo a la música misma y al público a travez de la interpretación.
Después de todo, llegamos a la conclusión de que ser músico es mucho más que tocar sin error alguno, ¿Verdad?
Hay cosas que no se ganan nisiquiera con toda una vida de estudio...
Gracias.