Así es, porque en la vida todos tenemos un objetivo, un ideal, una meta que queremos alcanzar y para eso nos encaminamos en este viaje, que tiene bastantes elementos que de una u otra forma representan momentos de la vida. Como por ejemplo, que no avanza más el que corre. O acaso nunca les ha pasado que un tipo los pasa corriendo por el costado, y luego en la estación de combinación… ¡Adivina quien esta al lado corriendo nuevamente, solo para descubrir que el tren ya le cerró las puertas y termina yéndose en el mismo tren que uno! En fin, esa es una de las cosas. Otro asunto es cuando nos quedamos atrapados (como me paso a mi, una vez); ¿Qué hacer?, ciertamente hay 2 opciones, o echamos pie atrás y nos volvemos al anden, o nos decidimos a vencer a las puertas y subirnos al tren. Suele pasarnos en la vida que estamos atrapados en un proceso, o en una decisión, y no somos capaces de decidir si continuar o devolvernos, pero claramente debemos hacer lo uno o lo otro, no podemos quedarnos para siempre atascados entre las compuertas, debemos seguir adelante con nuestro viaje. Finalmente (tratando de ser breve, no), siempre es bueno ser amable en el metro con las personas; dejar pasar, ayudar a personas con algún tipo de problemas (bolsas, coches, etc.); porque recordemos siempre que si algún día (y esto es real) uno va con su guitarra, desearía que la gente se mostrara compasiva con uno y tratara de no moler a pedazos su guitarra. En la vida podemos ver esta situación dando siempre lo mejor de nosotros, sin esperar nada a cambio, porque no necesitamos esperarlo; de una u otra forma las buenas intenciones y el máximo esfuerzo siempre le son a uno retribuidos, se los digo por experiencia propia.
Bueno, para terminar, estos son solo algunos puntos que pueden hacer un símil entre la vida y el viaje en metro. Para mi el más importante es que siempre tengamos en mente que luego de un viaje lleno de dificultades, siempre llegaremos a nuestro destino, así como luego de mucho esfuerzo, podemos ver por fin el fruto de nuestro trabajo en la vida, y disfrutar de él.
Francisco de la Ópera.