El Campeón

Y qué sabe uno...

Creo que debo empezar a ser un poco más claro y categórico con mis discursos, mis pesamientos y mis sentimientos. ¿Por qué esa ilusión de que todo estaba claro?, patrañas que inventa mi mente segada por mi corazón. Obvio, siempre mi corazón. Incontrolable como el hecho de que los pétalos de las flores... se caén.

Alguna vez se han preguntado ¿Qué siente el boxeador cuando se entera que sus peleas fueron arregladas para que él apareciera como vencedor? Yo me lo pregunto ahora. Se debe sentir débil, como un inútil, incapaz de volver a pelear nunca más por el miedo a ser derrotado en una pelea de verdad. Que triste para el pobre boxeador.

Pero, si el boxeador era un boxeador de verdad, se mirará en el espejo y se prometerá a sí mismo que cambiará, que ganará sus batallas limpiamente, que tendra su título, que será campeón una vez más, esta vez limpiamente y sin patrañas. Y si el boxeador es realmente un boxeador, lo conseguirá.

Ojalá todos fueramos boxeadores...

Gracias y muy buenas noches.

PD: "Quiero decirle a Jesús que si está, que aparezca" -Ricardo Arjona-